LA REALIDAD DE NUEVOS ESCENARIOS EDUCATIVOS.
En 1994 cuando salí del Colegio Francisco de San Luis Beltrán, pensaba que gracias a las clases de informática que me dieron en el colegio durante varios años poseía una amplio conocimiento sobre sistemas, pero fue durante mi servicio militar, que me dí cuenta que lo que creía que sabía era nada en comparación con lo que se estaba desarrollando a nivel mundial. Para el año 1996, cuando ingrese a la Universidad del Magdalena aún se podían entregar trabajos a maquina de escribir, pues entregar trabajos en donde involucra la impresión de hojas, resultaba un poco costoso, así como pasar horas en algún café Internet era una inversión un poco riesgoza, dado que muy probablemente se pasaran más de una hora del tiempo previsto para la consulta en la reconexión del computador a la linea telefónica o en despejar tan publicidad invasiva.
Hoy en día se hace incluso necesario reescribir casi que anualmente la forma como se han desarrollar las actividades al interior del aula, pasamos en menos de diez años de los blackberry a los Smartphone, cuyas capacidades superan por lejos a las de los Pc de Escritorio o a los Computadores Portátiles; hace poco uno podía pasar horas en el Messenger, pero hora desde vídeo llamadas y mensajería al instante se puede llevar acabo por WhatsApp, incluso formar grupos en donde las personas con las cuales colaboras, son tus compañeros de estudio, pero nunca los haz tenido frente a frente.
Como docente se siente uno que cada vez las reglas del juego son más variadas y que la carrera del educador, tal cual como nos fue estructurada, se esta desvaneciendo con esta avalancha de nuevas tecnología y aplicaciones en los dispositivos móviles a las cuales es casi imposible seguirles el paso a todas ellas; esto supone nuevos retos y nuevas configuraciones de aulas, en las cuales se pueda modificar la verticalidad por la horizontalidad y porque no, cambiarla tanto que en el mismo devenir del proceso de enseñanza sea el alumno autónomo en la elección de los los niveles de desempeño que desea obtener.
Hace solo unos años atrás trabajar en grupo involucraba desplazarse a la casa de uno de los miembros, departir por horas, tomar una merienda y regresar a la casa feliz del deber cumplido, hoy por hoy esos conceptos son cada vez más extraños para los estudiantes, pues en el esquema del conectivismo, no es necesaria la presencia del individuo para facilitar la interactividad y el compartir conocimiento, remotamente cada una de las partes de forma sincrónica o asincronica, puede brindar un aporte y entre los miembros del equipo pueden presentar resultados satisfactorios; todo presupone la transformación del docente, pero al mismo tiempo la transformación de plantel, si la escuela no abre más grande los ojos ante esta realidad, serán cada vez más los alumnos que se sientan poco motivados y busquen en otros escenarios esos saberes que le son transmitidos en el aula, pero que dada la metodología, están descontextulizados para ellos.
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